miércoles, 25 de noviembre de 2009

De puño y tecla.

Raras veces, usamos un papel y un lápiz, para poder escribir una carta a algún ser querido, y claro, la tecnología nos ha llevado a límites insospechados en donde el lapíz y el papel se hacen prescindibles. Y es que con dos manos (algunos con una sola, aquellos que demuestran tener una habilidad increíble como digitadores) y un teclado, uno puede hacer maravillas y desastres, o los dos juntos a la vez. Adiós al corrector líquido, al cambio de hoja cuando se derrama la tinta, al cambio de rollo para la máquina de escribir, al papel calca para tipear dos cartar, etc.

Cuando uno menos se imagina, está sentado frente a una pantalla mágica que en un solo clic, envía nuestra carta al otro lado del mundo, en cuestión de segundos. Sin embargo, hay algo que no hace esta cajita mágica, el reproducir nuestra letra, el gasto físico, el sudor que corre entre nuestras huellas digitales, el empeño que ponemos al apretar un lápiz contra una hoja de papel. Esmero de hacerlo uno mismo, algo que nos cuesta, sobre todo para gente como yo que tiene una pésima letra, donde el Palmer o Caligráfito fracasáron. Mientras en la computadora puede ser un regular, mediocre y ya común, puño y tecla, jámas se comparará y reemplazará escrito alguno "De puño y letra".

martes, 7 de abril de 2009

Recordar es volver a escribir!

''Los recuerdos a menudo son la niebla de nuestro pasado que poco a poco se va esclareciendo a medida que uno se va adentrando a ello.....''




No sé qué hago metido acá, lo único que me motivó a utilizar este blog, creado hace meses atrás, fue las ganas de desprestigiar al conejito del poema de mi querido amigo Dalf. Pero, en vista que eso traería como consecuencia el suicidio del personaje del poema, me atreveré a crear un relato, mucho más interesante que el bendito conejo, lo cúal será todo un reto.

(Corrección: el conejito se suicidó por culpa del conejito marrón, eso justifica mi teoría que el conejito, vaya saber de qué color, era gay)